IX Día

Casi me engullen las arenas de un manglar de aquello que yo creí una inocente playa donde dar los últimos pasos en tierra antes de iniciar la definitiva travesía trsatlántica. Y tanto que pudieron ser últimos los pasos, y tanto que pudo ser el viaje definitivo, que perdí hasta el calzado y hube de regresar al barco a pié descubierto y enlodado. Hasta la tierra intenta subyugarme para que no abandone por siempre jamás estos parajes, en esta maRdiSión, que ya parece un gastigo gitano.